domingo, 22 de abril de 2018

Hoy es día de mi amado Planeta, el día de la Tierra, Earth Day.





Los saludo con esta belleza mi primera, nueva cosecha después del huracán María. Huracán que nos arrancó muchas de nuestras cosechas y se llevó tanto de nuestros frutos, pero la Madre Tierra continua proveyéndonos de su amor para nuestro sustento. En este día, te pregunto, qué estás haciendo tú por ella, qué aportaciones estas dejando para futuras generaciones. 


Como bendecir a la Tierra que nos bendice:

_Siembra aunque sea en latas, potes, plásticos (recicla), masetas, tiestos. Aunque en tu casa tengas áreas cubiertas con concreto, siempre puedes tener verdor y hasta cosechas en todo tipo de envases.

_Intercambia tus cosechas con otros amigos que también siembran.

_No uses bolsas plásticas, bueno creo que ya muchos no las usamos. 

_Esas botellas plásticas de refrescos las puedes cortar cuando vayas a preparar tu jardín y ponerla como base dentro de la tierra antes de sembrar tus flores u otras plantas, y así evitaras el crecimiento de yerbas indeseadas.

_Las botellas de vino, ron tequila que consumes u otras botellas de cristal, las podrías coleccionar hasta tener varias. Úsalas para decoración, las puedes pintar con pintura aerosol, decorarlas y será un regalo único.

_Igual puedes usar para almacenaje y decoración envases que compramos de algunos alimentos, plásticos.

_Llévate la basura contigo luego de un pasadía, no te vas a morir por llevar una bolsa de basura en tu auto.

_No arrojes basura en las playas, ríos, lagos, valles, no arrojes basura en ningún lugar.

_No quemes basura en tu vecindario.

_No arranques frutos en lugares privados sin permiso.

_No arranques flores o plantas solo porque te gustan, pregunta, adquiérelas sin hacer daños. 
_ Reinvéntate
_Rediseña, pinta, forra, envuelve, empañeta transforma las cosas a tu gusto.

_Cuida, ama, respeta y defiende a los animales. 


Es tanto lo que podemos hacer para ayudar a la Tierra y a su vez ayudarnos a nosotros mismos y dejar un mejor legado al futuro, pero lo que considero más importante es que eduques  a tu familia, a tu comunidad sobre cómo hacer más cosas para estar en armonía con el Planeta.

Sigue Girando Planeta

miércoles, 4 de abril de 2018

Gargajo Blanco


¡Tú no eres negro!

Este video me acuerda a una experiencia similar que tuve a finales de los 80s en la ciudad de Boston.
Oprimir enlace del video al final.




Acostumbraba a sacar a mis niños muy frecuentemente a muchas partes para divertirnos, pero ir a el parque era parte de nuestras rutina diaria; los quería fuertes, relajados, brillantes, libres, etc. Una tarde en el parque del lado de la Ruggle Station, en la Huntington Ave., llego y hay un niño afroamericano en el tobogán y su madre en un banco sentada.



En lo que llego al medio del parque, observo como el niño se deslizaba por el tobogán y corría a las escaleras, subía y volvía a deslizarse. Uno de mis niños, el menor (3 o 4 años), subió las escaleras y el niño en vez de subir por las escaleras, comienza a subir por el tobogán y se para en frente de mi hijo y lo bloquea para que este no se deslizara. Yo estoy observando sin decir o hacer nada, uno tiene que dar oportunidad a sus hijos para que piensen por ellos mismos.



De repente este niño le dio un golpe con el puño cerrado en el estómago a mi niño que lo dejo sin respiración, hizo esto sin ninguna provocación. Mi niño se le queda mirando a la cara sin decir ni hacer nada. Yo me sentía con una rabia que se tomaba de la mano con la impotencia y le dieron tres vueltas a el parque, después de todo era un niño de como 5 años de edad, influenciado por su crianza.

Me volteo para donde está su madre, mientras camino a socorrer a mi hijo y la mujer se quedó como si nada. Eso me dio un encajonamiento de tal modo que le pregunto, ¿oye, no le vas a decir nada a tu hijo? Y la respuesta de ella fue mirarme mal. Yo simplemente dije en voz alta; no es bueno que agredas a un niño que no te hizo nada.



Con la misma que tomo a mi hijo en mis brazos y lo reviso y le pregunto que si estaba bien y le digo que lo siento mucho, el niño se quedó en la parte alta de las escaleras del tobogán. Lo que sucedió después me tomo por sorpresa.

Mi hijo mayor, que tendría como unos 4 a 5 años, que habia observado todo, subió las escaleras llegó a donde el niño, se le paro de frente, cara a cara, y el niño se mantuvo ahí cuadrado, ellos se miraba a los ojos con algo de furia, que cosa más brutal, mi corazón comenzó a latir rápido, no quería más violencia, quería que la madre del niño interviniera, pero no pasaba nada y por otro lado no tenia idea de porque mi hijo mayor se le habia parado de frente a quien habia agredido a su hermano momento antes.



Y “punch-bang!”, mi hijo mayor le ha dado dos golpes en la cara a este niño, pero bien sólidos, con el primero, el nene se quedó cuadrado en el desafío de la mirada, pero cuando recibió el segundo cantazo, que lo tambaleo se puso a llorar, bajo la guardia, se convirtió nuevamente en lo que era, un niñito. Les confiezo que tenia sentimientos encontrados, por un lado sorprendida de que mi hijo le hizo lo mismo y por otro con un sentido de satisfaccion (muy interna). Increíblemente su madre se levantó del banco donde estaba sentada y comenzó a decir un discurso de malas palabras y apuntes raciales en contra de nosotros.



Mi corazón latía muy rápido y mi enojo no tenía medidas, mi deseo natural era de darle a esta madre unos buenos “punch bangs” pero eso no era bueno para mis hijos y le dije, mientras la miraba con mis ojos de rayos ultravioletas _oh, ahora si te levantas, ahora si protestas, cuando era tu hijo el que agredía a los demás viciosamente estabas orgullosa y ahora estas molesta porque le hicieron lo mismo.

La mujer no me miraba, y comenzó a gritarle a su hijo para que se volviera a subir por las escaleras del tobogán, a lo cual el nene miró quien estaba en el tope, mi hijo mayor, mirándolo seriamente, y no quiso subir mientras continuaba gritando en llanto. Su cabrona madre le insistía en que subiera, en ese momento me sentí triste por el niño, pero le pregunte a mi pequeño que si quería intentar en el tobogán nuevamente con su hermano y él dijo que sí. Esta vez el niño miro a las escaleras del tobogán y allí estaban mis dos niños, juntos, fuertes, en victoria y (en justicia callejera de parquecito infantil) y el niño se rindió, no quiso más.



La madre afroamericana luego de llamarme gargajo blanco y basura blanca, se marchó con su cría a punto de pegarle porque este se reusó a seguir siendo violento.  Jamás le dije a mis hijos que ahí hubo algo de discrimen racial, no hasta que crecieron y es que en mi casa esas pendejadas no existen, somos libres y pensamos en esa misma manera, libres.

Sigue Girando Planeta

Enlace de video de facebook por PanderetaEs: