Anoche, mientras románticamente, sobre el techo de nuestro hogar, copas de vino, tirados de espaldas al planeta, de cara a el firmanento, sobre un “sleeping bag”, observábamos el eclipse lunar, rojo; me enviaste una nota de agradecimiento con una foto nuestra donde me dices; “Agradeciendo todo lo Que haces por mí...Por eso y muchas cosas mas.. Te Amo...” y lo hiciste público en las redes sociales.
Sabes que soy una mujer que no necesita palmaditas en la espalda, de nadie, porque tengo una flexibilidad en el brazo y llego sola. Sin embargo, sonrei al ver tu mensaje, porque me pareció que te inspiraste en el momentum, porque te esfuerzas para que yo me sienta siempre bién, porque se que te lleno de orgullo, y se que las mejores cosas que me dices y los agradecimientos que me das regularmente, no estan escritos ni en las redes sociales, ni en ningun otro lugar, pero sí en mi corazón y eso para mí es más importante.
Importante también es lo que tenemos tú y yo, ese compinche, que nadie más sabe, solo Dios y nosotros. Se de tus razones de agradecimiento hacia mi, cosa que nos basta, sin necesidad de divulgar detalles y hoy, quiero, públicamente, también, ampliar sobre el mismo. Sabiendo que en medio de todo éste maizal, podemos ser ejemplo de esperanzas matrimoniales para otros seres, pero más aún continuar fomentando lo que tú y yo construimos día a día.
No solo tu agradecimiento, pero todo lo que te esfuerzas, tus palabras de cariño, amor y respeto para conmigo, son mi gran regalo de amor que me das. Todos éstos regalos, nos los merecemos el uno hacia el otro, y ha sido parte de ese compromiso que hicimos antes de casarnos y no nos podemos fallar. Sabemos que se trabaja día a día, y que no es “cascara de coco.”
Y sí, te confiezo, que me encanta cuando eres bien chulito conmigo, para que hacerme de rogar. Pero una cosa te quiero decir, yo vivo agradecida de todo lo que tu haces por ti, por mi, por nuestro hogar, pero hay un agradecimiento que supera todo ésto, y es mi agradecimiento a Dios.
Le agradesco a Dios, que me hace ver claramente Su propósito en mí, y para con mi vida. Porque en pleno camino, cuando ya estaba lista para una vida tropical, me dijo, “detente; el esposo que te esogí es René, con el vivirás en la Colonia Tropical Caribeña, porque Yo, tu Dios, tengo un plan bien grande para tí y te usaré de una manera que te haré crecer a ti, a tu esposo y muchos a su alrededor, para mi Gloria.”
Yo le agradesco a Dios por todas las experiencias que me ha dado en el transcurso de mi vida que me hicieron “la mujer de acero” que soy hoy día, y era para poder resistir, el arduo trabajo que tenia preparado para mi, que se llevaría a cabo en el trópico colonial y El sabía, que yo, sí, podía hacerlo.
Agradesco, el poder estar a tú lado y ser tú fuerza, tu esperanza, tus energias, tu aliento, tu sobriedad, tu organización, tu chica que muchas veces te llevo de la mano a rastras, y aunque muchas veces pataleas, porque se te hace incomodo salir de lo de antes, salir de tu comodidad; te dejas llevar, te dejas arrastrar y luego el resultado nos da la razón.
Agradesco el poder estar a tu lado cuando ni tú mismo te soportas, que me dejes entrar en ti. El poder compartir todos los momentos locos de nosotros, momentos felices y momentos de retos.
Agradesco, tú confianza en mi para ayudarte a sobrellevar todo lo que te acontece, sin que olvides, que todo lo que te pase a ti, bueno o no tan bueno, lo siento yo, somos una sola carne.
Agradesco inmensamente a Dios, porque me escogió para tu esposa, sabiendo El, nuestro futuro juntos. Agradesco la sabiduría, las vitaminas de vida que me infunde cada día, muy necesarias para fortalecerme en esta jornada. Agradesco todo lo que me toca, lo recibo sabiendo que estoy cumpliendo una misión asignada por El, porque todo lo hace perfecto.
Le agradesco a Dios, por ti. iPor nosotros!
Tu esposa,
Norma
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