sábado, 24 de marzo de 2018

Las escuelas “Alianzas” o “Chárter” no son para todos.



¿Estás listo para una escuela de estas?




Más que la genuina preocupación de la parte administrativa y fondos que reciben este tipo de escuelas, que a su vez son administradas privadamente, pero reciben fondos públicos, por eso se quedan en la categoría de publicas, y como manejarían esos fondos públicos, debiéramos de estar enfocados en cuan beneficioso es para el estudiante y su familia.

Basado en mi experiencia en la ciudad de Boston las escuelas “chárter” tienen sus pros y sus contras. A continuación un listado limitado para usar como ejemplo.


Pros

_Crean un currículo más competitivo donde los maestros participan del mismo.

_Ofrecen más materias y más trabajos para realizar en casa.

_Tienen Objetivos, Metas y Filosofías claras.

_Requieren la participación de las familias.

_La expectativa de cada estudiante es clara, definida y ellos y sus familias lo saben.

_ Cuentan con un sistema de Méritos donde se premia o se reconoce al estudiante por todo lo positivo que haga y logre.

_Se exige mucho esfuerzo por parte de los estudiantes.

_La disciplina, la vestimenta y la conducta son parte indispensable del desarrollo de los estudiantes.

_Cuentan con diversidades de actividades de desarrollo para los estudiantes tales como; deportes, artes, enlace con la comunidad y más.

_Seguridad en acceso a sus edificios.


Contras

Currículo: El currículo puede ser demasiado para el tipo de aprendizaje individual de cada estudiante. Esto puede crear ansiedades afectando su rendimiento, comportamiento y frustrar al estudiante que pudiera hacer mejor con otro estilo de educación apropiada para él/ella. Todo esto afecta la armonía del hogar también.

Materias: Al tener más materias académicas también tendrán más tareas que realizar en casa. Estas tareas pudieran abarcar una gran parte de tiempo y se requiere que tanto el estudiante y sus familias cuenten con gran disciplina. La gran cantidad de tareas para el hogar afecta su rendimiento y estado de ánimo, y mucho más si se pretende tener involucrado a los estudiantes en actividades extracurriculares, lo cual nos lleva a que los padres deben de estar directamente pendientes a que sus hijos terminen cada una de ellas y pudiera llegar la noche en esta faena.

El no completar las tareas en casa afecta grandemente la puntuación académica pudiendo perder la oportunidad de continuar en la escuela. Supongamos que los padres trabajen, cada día al llegar al hogar hay muchas otras más responsabilidades que atender, esta, de supervisar al estudiante es una muy significativa que se debe de considerar seriamente de acuerdo a la composición familiar y demás intereses.

Es por loterías: Para conseguir entrar a estas escuelas, hay listas de espera, requerimientos, talleres y reuniones que atender antes y después si son elegidos. No todos entran, y los espacios son limitados.

Uniformes: En Puerto Rico se usa uniforme en casi todas las escuelas, pero en una chárter pueden ser más caros si exigen que lleven logos especiales, esto sin mencionar materiales y otros detalles. No cumplir con los códigos de vestimenta puede costarle puntos en contra a el estudiante, muchas veces siendo enviados a casa o a un salón en particular por no haber llegado adecuadamente vestido. Esto frustra al estudiante y le hace perder su tiempo que, una vez en la escuela, debiera de ser para estar aprendiendo.

Cuando un estudiante entra por la puerta de la escuela, hasta revisan si la correa combina con el color del zapato, y si tiene todas las piezas que constituye el uniforme de esa escuela.

Objetivos, Metas, Filosofías: Esto puede seguir siendo positivo, sin embargo, es también por lo que se rigen estas escuelas, de no cumplir pierden puntos que ponen a riegos su estadía en la escuela.

Participación familiar: Esto es algo que debiera ser parte de la vida de una familia que envía a sus hijos a instituciones académicas, sin embargo hay escuelas especializadas que requieren de la presencia de la familia un poco más de lo usual ya que hacen actividades de todo tipo y sería bueno que un representante familiar estuviera ahí apoyando a su estudiante.

Esto suena ideal, pero se puede tornar en una pesadilla si se le es imposible a la familia asistir a cada evento. Algunas de estas escuelas tienen sistema de puntuación para los padres que requiere que estos hagan cierto número de puntos al año, aquí el extra esfuerzo.

Expectativa estudiantil: Saber que se espera de ti, cuando aún estas en años de desarrollo es algo muy saludable para el individuo sin embargo no alcanzar esas expectativas pueden ser utilizadas en tu contra. Muchas de estas escuelas son tan exigentes que utilizan un sistema donde al estudiante se le suma o se le resta puntos por cada paso que da, esto resulta ser agobiante tanto para el individuo como para su familia. La familia debe de ser honesta a la hora de evaluar si las expectativas de la escuela están acorde con las capacidades de sus hijos.

Deméritos: Es un sistema que algunas escuelas utilizan para dejar saber cuando el estudiante se ha salido de las expectativas que se tienen para ella/el. En muchas instancias  de las consecuencias son; ser removidos del grupo, enviados a un salón especial, a la oficina del director, quedarse después del horario escolar, llamada a los padres quienes tienen que entrar a la oficina para escuchar las razones del porque su estudiante recibió un demerito, firmar papeles como que estuvo informado, hacer un plan para que no vuelva a ocurrir la falta y otros detalles.

Hay que pensar si se tiene tiempo de buscar estacionamiento para entrar a la escuela a lidiar con estos asuntos, que se suman a las ya muchas responsabilidades de la familia. También esto afecta al estudiante, la manera en que lo miran sus compañeros, sus maestros y trastoca la armonía del hogar.

Exigencia de esfuerzo: Es una exigencia para el estudiante como para su familia, se requiere de un status para poder continuar en esas escuelas. Todo es calificado, materias, uniformes, participación, disciplina, comportamiento, asistencia, tardanzas, etc.



Esto en nada es una crítica en contra de este tipo de escuela, tampoco es mi apoyo, mi mayor propósito es que se tenga claro los beneficios a los estudiantes y sus familias, que les hablen claro y que sean ellos los que decidan lo que es bueno o no.

Es muy importante que mantengamos los pies sobre la tierra porque mientras algunos de los pros que ya he mencionado podrían verse como algo ideal y positivo para el desarrollo académico de nuestros hijos la realidad es que pudiera ser más pesadilla que ensueño.

En el caso de Puerto Rico, donde el Departamento de Educación ha ido en deprimente deterioro en la última década o antes, y que ha sufrido los robos de fondos por parte de irresponsables e inescrupulosos líderes, que no cuentan con libros, materiales, tecnología avanzada, computadoras, WIFI, estructuras adecuadas, currículo competitivo, participación de los maestros y encima el huracán María acrecentó mucho más los recursos, entre tantas otras cosas; es mucho lo que debemos de considerar a la hora de invertir el dinero del Pueblo en este nuevo sistema de escuelas. Un sistema que se quiere copiar, de los Estados Unidos, como se copian muchas cosas que no necesariamente nos ha convenido, y que inclusive existe data que indica que este tipo de escuelas no es significativamente mejor que las escuelas públicas, es algo a considerar.

Queremos lo mejor para nuestros hijos, que sean útiles para sí y para la sociedad, que lleguen muy lejos, que estén bien preparados en todas las áreas posibles, que nos representen fuera y adentro de la isla, que ganen buen dinero, que aprendan otros idiomas, que tengan títulos, que tengas cosas materiales, que sean dignos, responsables, justos, elocuentes, que sean importantes, reconocidos, que sean todo lo que tú no pudiste ser, todo eso es fantástico, pero… ¿No te gustaría que fueran felices?

Padres, no dejen en las manos de otros la educación de sus hijos; descubran cuál es ese estilo de aprendizaje que tiene cada uno de ellos, que estilo de educación le va mejor, como pueden mejor desarrollarse en sus propias destrezas y a su propio paso. Exíjanle ustedes de acuerdo a su rendimiento, en casa y para que vallan preparados para la parte académica a la escuela. A nosotros no tiene que venir nadie de afuera a enseñarnos valores, porque ya los tenemos, es hora de hacerlos lucir.

Ir a la escuela debiera de ser la experiencia más bonita, divertida y sensacional de la vida de los niños y jóvenes. Aprender y desarrollarse no debiera de verse como un castigo, debiera de verse como ese propósito natural el cual todos tenemos desde nuestro nacimiento para llegar a la plenitud máxima y sentirnos tan cómodos en nuestra piel, que queramos ser inspiración para otros en la medida en que logramos ser felices.

Dios bendiga a los niños, jóvenes y a todo el que es estudiante y le dé la sabiduría a quienes son sus encargados para lograr darle de una vez por todas lo mejor, que es lo que se merecen.  

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