viernes, 16 de febrero de 2018

¡Ay ignóralos!





Cuantas veces no hemos escuchado esta frase, o porque nos la han dicho, o peor aún, ustedes la han sugerido a otros, cuando les dejan saber de las acciones de terceros como; raras, antisociales, agresivas, injustas, de persecución, violentas, de persecución pasiva, mentiras, exageraciones, comentarios sugestivos, comentarios graciosos llenos burla, odio, envidia, repudio y discrimen, de acciones que son diferentes a lo que usualmente eran, o requiere la “norma”.

Cuando el rio suena es porque viene arrastrando basura; dejemos nosotros de ser los ignorantes. Prestemos atención a cuando notamos comportamientos raros en otras personas que requieren de tomar algún tipo de acción para que luego no se haga tarde o irremediable.

Pare a quien esta desubicado, busque ayuda, no se quede callado. Si a donde fue no vio frutos, siga moviéndose hasta lograr que se detenga toda amenaza y maltratos en su vida. Las personas en posiciones de ayudar, como maestros, doctores, trabajadores sociales, policías, supervisores, etc., tomen nota pero también tomen acción rápida, investiguen, llamen a la otra parte. Resuelvan de la mejor manera posible.

Cuando breguen con un caso; no dejen fuera del foco a la persona amenazante, tengan seguimiento de ambas partes.

Tenemos que parar el relajito este de “ay ignóralos”, “ay bendito”. La gente está últimamente con una sensibilidad que raya en lo pendejo, no se puede decir nada porque a el otro no le gusta o le hiere, porque no es “políticamente correcto”, no me digas, ay no jodan. Todos andan atropellándose los unos a los otros pero cuando te toca pagar consecuencias, ahí tenemos que considerar que “el pobrecito/a ha tenido una niñez tan mala”, como si el sufrir humano fuera solo para unos y no para otros.

Vamos a tomar al toro por los cuernos, si usted no quiere pagar consecuencias, de esas que son dura, no ande por la vida haciéndoles daño a los demás. Haga cosas que le hagan crecer a usted mismo, porque eso sí que trae consecuencias buenísimas y grandes bendiciones.

Más allá de ignorar, hay que poner las cosas en donde van, demandar, notificar, romper vínculos, descartar relaciones enfermizas no importando el titulo social que estas tengan. Hay que romper con eso de que “hay que ser un hijo de puta” para que te valla bien, si claro, se un hp y prepárate a pagar las más caras consecuencias, que las has de pagar solo tú.

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