Premios, Bullies, Trump, Joung, Tú.
Se rumora que el presidente de los E.U.A.
Donald Trump es un candidato para recibir el premio Nobel de la Paz, ya sea
para este año o el próximo, ya que se conoce que senadores escribieron a esta
institución a su favor, y miembros del parlamento de Noruega quienes lo
respaldan, habrían favorecido por él; y desde luego, por sus negociaciones con
el presidente de Korea del Norte, Kim Jong Un, quien a su vez también cualifica
por tan apreciado premio por el bienestar y paz mundial; y es que, el que estos
dos lleguen a un acuerdo de paz que elimine la armería nuclear, definitivamente
se merece un premio el gesto. Así es, aunque a muchos les parezca increíble o
piensen que ninguno se merezca nada, por todas las demás atrocidades que han
cometido.
Esto me es tan similar a un día de
logros en una escuela, cualquiera, en Puerto Rico. Un día de logros, es el día
en donde se les reconoce a los estudiantes, precisamente eso, sus logros
académicos en todas las materias. En estas actividades de reconocimiento se
premia también por buena o perfecta asistencia y por buena conducta entre otras
cosas. ¿Aun dan premios por buena conducta? (Pregunta seria.)
¿Y qué tiene que ver una posible premiación
con el Premio Nobel de la Paz para Trump y Joung con un día de logros? En que
en ambos casos se premian a los bullies.
Y es que tal parece que es algo del
pasado la importancia de la buena conducta, los buenos valores, los mejores
modales, el civismo, el compañerismo y la justicia social. En algún punto de la
historia del desarrollo académico y social de los ciudadanos se le daba gran
peso al comportamiento, tanto así, que podía afectar tu puntaje final como para
recibir ciertos reconocimientos.
La realidad es que hoy en día, somos
fanáticos de números, estadísticas, grados, niveles, copiar culturas extranjeras
y notas a tal punto que alguien que tiene un 100% aunque sea el bully de la
escuela, recibe el mismo reconocimiento, en el mismo escenario, en una día de
logros, junto al que tiene 100% que jamás rompió una regla, ni falto al
respeto, ni le dio ni un dolor de cabeza a nadie.
Oh, por su puesto, estoy de acuerdo
que si se ha de premiar a un estudiante/persona por su talento académico que ya
lo aprobó y demostró, pues bien, pero envíenselo por correo. Porque cada vez
que le damos espacio a un bully, le estamos aprobando todas sus acciones
inapropiadas e incorrectas. Definitivamente las instituciones académicas tienen
que tener mejor control porque es un trabajo en conjunto familia/institución el
hacer mejores ciudadanos para el país.
Pero de ahí, a que se le den otros
reconocimientos y premios que mejor estarían en manos de aquellos que si han valorado
a sus conciudadanos, entonces esto más bien parece ser la raíz de un problema
que ya llega a grandes proporciones y parece escaparse de nuestras manos.
Tenemos que dejar el pendejismo
global, porque hasta en la política vemos y permitimos que el bully grite,
patee, robe, mienta, humille, manipule porque no nos atrevemos a tomar la
batuta, porque siempre es más fácil que lo haga alguien más, para luego
lamentarse de las consecuencias o gritar, “yo no fui”, porque algunos se
esconden detrás de su bully favorito para que haga lo que él/ella no tienen
suficientes interiores para hacer, aunque esto signifique aplastar a los demás,
y en un futuro, posiblemente, pagar por sus maquiavélicos actos.
Hay que detener, erradicar el “ay
bendito”, si, ese sentimiento de pena y tal vez culpabilidad que hace que se engrandezca
a quien no se lo merece. Tenemos que dejar de premiar por el simple hecho de
que no queremos que los padres de los estudiantes, no premiados, vengan a
reclamar y a pelearte. Tenemos que tener bien claras las filosofías escolares,
las reglas académicas para que todos tengan las mismas consecuencias. También
tenemos que dejar el lambonismo local, que es elogiar/premiar a un líder, jefe,
persona alguna con el fin de no perder beneficios, regalías, empleos, etc.
Dejen de estar premiando a todos, “para
que nadie se sienta mal”, qué tipo de enseñanza es esa, en el mundo en el que
vivimos hoy día, hay ganadores y derrotados, hay competencia, hay deslealtad,
trampa, hay días que alcanzamos nuestras metas y otros que tenemos que cambiar
el camino para intentar algo nuevo porque no se dio y en medio de todo esto, la
perseverancia por la propia existencia.
Cómo detener a un bully, dándole poder,
seguridad, realidad, verdad, voz para defenderse, inspiración para actuar
apropiadamente, ejemplos de triunfo, consecuencias por lo bueno o por lo malo,
tu presencia, la presencia de recursos profesionales/legales, confianza y
honestidad a sus hijos/familiares/amigos, para que cuando crezca deje de ser fanático
de colores partidistas, para que no herede la ceguera política de sus
generaciones anteriores, ni un modo de ser y actuar cultural que no les permita
crecer, ir más lejos que tú y que puedan explorar la vida a nivel planeta.
No solo detenemos a los bullies, y
los mantenemos a raya con sus pataletas, o fuera del juego, pero cuando
empoderamos positivamente a los nuestros eliminamos también a los changos,
llorones, débiles mente/físico, morones, pobres de espíritu/financieramente, desventajados,
desigualdad, entre otras cosas.
Debemos de tener una mejor visión de
lo que somos como seres, como ciudadanos del planeta y lo que valemos, para que
nunca vuelvan a llegar a grandes esferas, todos estos los bullies.
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Girando Planeta