sábado, 9 de enero de 2016

¿Porqué y para quién hago las cosas que hago?


Lo que tienes, o no tienes que hacer.


Hay cosas que definitivamente tenemos que hacer, como por ejemplo y para empezar; nacer, vivir y morir. Tenemos que trabajar para ganar el sustento y ser el mejor empleado, dando la milla extra en todo lo que nos corresponde, y aveces, no nos corresponde; así con todo en la vida, porque nada es gratuito y no todo es fácil. 

Tenemos que preparar los alimentos, limpiar la casa, ir de paseo para entretenernos, divertirnos, educarnos. Tenemos que estudiar para poder entender la sociedad en que vivimos e integrarnos en ella del mejor modo posible. Tenemos que educar a los hijos, jovenes, otros individuos en tantas cosas para juntos crear buenas sociedades y comunidades. 

Tenemos que respetarnos los unos a otros, dar, demostrar y expresar amor hacia y para con los demás. Tenemos que ser agradecidos por la más mínima cosa que tenemos, que somos y que recibimos. Porque nada es poco cuando viene de otros, porque, hay veces que ellos, los otros, no tienen porque hacer por nosotros, ni nosotros por ellos, pero hacerlo es lo mejor porque nos beneficia de algun modo, y nos nutre el espiritu, nos llena. 

Tenemos que ayudar a los demás, especialmente cuando se tienen hijos, o personas a nuestro alrededor que requieren de nuestra ayuda, independientemente de si son relacionados a uno por sangre, o familia. Tenemos que velar por el enfermo, que puede ser agotador, pero es un deber.  Y así sucesivamente, hay cosas que TENEMOS que hacerlas. En conclusión, TENEMOS que crecer. 

Sin embargo hay tantas cosas que NO TENEMOS que hacerlas, como por ejemplo; lo que está mal, lo que es ilegal, lo que no construye, ni edifica, lo que es pecado, mentira, envidia, odio, robo, adulterio, soberbia, engaño... y otras cosas. No tenemos porque someternos a cosas o a personas que nos pisoteen, no tenemos que hacerlo. 

¿Pero para quién hago las cosas que tengo que hacer? Pues para tí mismo/a. 

Todos, no importando la edad, tenemos un propósito, un rol, y metas en esta única vida que tenemos. Las cosas arriba mencionadas, son partes de las cosas que tenemos que hacer, en un modo breve al igual que las que no tenemos que hacer.

Las cosas las haces para ti mismo, porque tienes que forjar tu propósito aunque no tengas la menor idea de que rayos se trata. Porque tienes que cada día crecer en espiritu e intelecto y ser mejor de lo que antes eras. Porque una vez se es adulto, nadie va a venir a hacer cosas por tí, porque ellos estan en las mismas que tú, haciendo lo propio, haciendo sus cosas también. De ahí, es el ser agradecido con lo que otros te aportan, y hasta por lo que no te aportan. Y tú servir de bendición a otros por todos los favores que la vida te ha dado.

Cuando ya se es adulto, uno no se queda atado a lo que no hicieron, o dejaron de hacer por uno, aquellos adultos encargados de nosotros. Ahora, te toca a tí, cambiar lo que no te pareció bién y dejarte de tanta queja, y más aún, no repetir ningun circulo vicioso a el que estuviste sometido. Eso sí, tienes que hacerlo.

El punto es; que en la mayoría de los casos, habemos personas haciendo cosas por los demás. Muchas veces hacemos cosas por otras personas que ni siquieran te lo han de considerar o agradecer. Lamentablemente hay gente viviendo en la novena nube y se creen que los demás le tienen que servir sin ellos mover un solo dedo, y eso no brega así.

Cuando hacemos cosas por otros que ni siquieran voltean para decir “wow, gracias”, o ni siquiera son capaces de integrarse para también “meter mano” en el asunto e intentar ser parte en esa labor, en esa ayuda, hacer algo por la patria, los que estamos en posición de darlo todo, nos sentimos lastimados, en algunas ocasiones.

Sí, nos lastima, nos hiere, nos duele, nos molesta y hasta nos llega a enojar grandemente. De esos enojos muchas veces es que tomamos medidas, o decisiones drásticas para no ser más heridos por quienes damos hasta el alma.

¿Porqué duele tanto situaciones en donde hacemos por los demás sin que estos hagan ni por si mismos, ni por nadie? 

Pues porque la realidad es, que hacemos por aquellos a quienes amamos. Usualmente se hace por la familia; hacemos tantas cosas que hasta parecemos madres para con nuestros esposos (gran error, pues somos su mujer, no su madre), hacemos por los hijos, los padres, los amigos, los vecinos, los familiares, etc. por eso, cuando ellos no responden de la manera que esperamos, nos duele, nos mueve el piso.

También suele pasar, si perteneces a un grupo, una causa, en tu iglesia, o en tu lugar de empleo, no importa que grupo social has escogido pertenecer, a parte del cual ya todos pertenecemos, la comunidad social global, das, y das, y das, y te esfuerzas y no consigues nada hasta el punto que decides, dejarlo todo, alejarte, abandonar, quitarte, divorciarte de todo lo que te molesta, de todo lo que no se logra, de todo lo que te puede hacer sentir en ruinas. Y muchas veces eso es saludable, sin embargo, te pregunto, ¿y tú, no das millas extras en tu vida? 

¿Y qué puedo hacer? Haz las cosas para Dios.

Desde que te levantes hasta que te acuestes, haz las cosas para Dios. Cuando haces las cosas para Dios, te llenas en espíritu, tu rostro está alegre y tu cuerpo saludable, porque es Dios mismo que decide cuanto tiempo has de vivir independientemente de tus dolencias. Nada te ha de empañar tu alegría porque no importa si las cosas salen como tú querías o esperabas; o simplemente un desastre, lo hiciste para Dios y eso basta.

Notarás que hasta los deseos de rabiar, llorar, odiar, gritar, desquitar, vengar, y otros sentimientos negativos que pueden dañarte comenzarán a desaparecer cuando tu ofrecas todo lo que haces a Dios.

Dios es el Juez Supremo, el juzgará no solo tus acciones pero la de todos los demás, aunque muchos se hallan olvidado de Su Divina existencia, así que, hay que confiar y vivir en paz.

¿Cuándo será que libremente y con un corazón limpio le podamos decir a Dios; ¡Envíame a mi! sin estar protestando, refunfuñando, sin estar pendiente a un premio o una recompensa, por cada cosa que haces?

Comienza desde hoy, a hacer todo para Dios y en cada bendición que El te da, se tú bendición para otros. 

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