Amaneció con deseos de desánimo; temperatura de abrigo más liviano y ausencia de sol, pero con la tibieza de mi taza de café en manos me concentro en el verde nuevo de las hojas recién brotadas en los árboles.
Me dejo llevar, cierro mis ojos, estoy en el bosque de la vida, puedo distinguir la variedad de las aves de acuerdo a sus cánticos, la brisa fresca y fría en mi rostro, el olor a tierra llorada de madrugada, armonioso silencio para un lunes después del día de la celebración de Cristo resucitado.
Brisa que eriza mis sentidos desde mis raíces, mi alma se contenta y justo en este momento enciendo la fogata de mi corazón y es que, es imposible estar triste en medio de la alabanza.
Estoy lista para este día, para los nuevos retos, sabiendo, que no se está solo, que Alguien vigila y ama, sabiendo que estoy completa, sabiendo más, mi ánimo está atento. Gracias nuevo amanecer.
Sigue Girando Planeta
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