Julia de Burgos me señalo el surco para yo seguir mi ruta. Segura estoy que ese fue siempre su mayor objetivo.
Aqui una imagen muy poderosa. Una amiga mia la “posteo” y su comentario decia: “Para las personas que se quejan de todo y todo el tiempo y ellos son felicies!!!”
Mientras que no creo que sean tan felices, porque alla en Gaza no hay paz en el ambiente, si, estoy de acuerdo con ella en cuanto a las personas que se la pasan quejandose. Hay quienes se quejan, porque quieren las cosas mas facil de lo que ya las tienen. Quieren gratificacion inmediata de todo lo que buscan, quieren y hacen. Y si las cosas no les sale bien, berrinche “full” y a culpar a los demas, mientras se sientan a esperar que les den las cosas en las manos.
Esta imagen es para mi doblemente poderosa; ya que si nos damos cuenta, son alumnas, niñas, y en el mundo entero, desde siempre y hasta hoy, se empeñan en atacar y promover que no se eduquen a las mujeres y es casi pecado que tengamos cargos de envergadura en la sociedad.
Si, dije todo el mundo, porque hay paises que no les permiten estudiar, y prefieren que no sepan leer, ni escribir y que ni hablen. Y en otros paises, nos permiten estudiar, leer, escribir y hablar, pero... no le pagan sueldos de igual modo a el que le pagan a los hombres por el mismo trabajo, y la opinion de una mujer inteligente es facilmente criticada y burlada, no solo por los hombres, pero por otras mujeres tambien, que han sido diseñadas de ese modo por parte de los controles mundiales. Y ni se diga nuestra maternidad que es saboteada hasta desde los congresos, y se pone como un obstaculo para desempeñar cualquier rol, y desastrozamente se ha puesto muchas veces como una “enfermedad”. Definitivamente que somos bombardeadas.
Al mirar la foto, me vino a la memoria un pedazo del poema de nuestra gran poetiza puertorriqueña Julia de Burgos, “Yo misma fui mi ruta”. Soy mas que agradecida a la vida de que se me enseñaran en la escuela; literatura, poesia, sobre gente que tenian un corazon intelectualizado con grandeza humana, no solo de Puerto Rico, pero del mundo entero, (antes las escuelas publicas tenian una excelencia, ya olvidada), donde pudimos, desde una edad temprana, comenzar a hacer conciencia y a determinar nuestros primeros pasos, como mujeres, como seres humanos, en la vida, que estaba delante de nosotros y a punto de emprender el vuelo sin tener idea de lo que nos esperaba.
“Yo quise ser como los hombres quisieron que yo fuese:
un intento de vida;
un juego al escondite con mi ser.
Pero yo estaba hecha de presentes,
y mis pies planos sobre la tierra promisoria
no resistían caminar hacia atrás,
y seguían adelante, adelante,
burlando las cenizas para alcanzar el beso
de los senderos nuevos.” Julia de Burgos
Ay, cuantas veces me han dicho “mal criada” por tener una vision diferente, por no dejarme sucumbir en la escretada sociedad machista, por decir lo que siento, por usar mi intelecto, usar mi conocimiento, mi mucha experiencia, por atreverme a expresarle a otros lo que esta mal, pero con evidencias, no por puro capricho, y enfrentar las consecuencias de los ataques de misiles de todas partes, entiendase "todas partes" como hombres y mujeres.
En muchas ocasiones me senti, que me querian meter a mi ataud, cuando que yo estoy viva, y de ahi, la lucha constante de ser, yo misma. Y que valga la redundancia, de ser, yo misma, en mi; la celebro y me rio a la cara del que le moleste.
Al igual que Julia de Burgos cuando titulo su poema, “Yo misma fui mi ruta” queda mas que evidente, el poder confirmar, sin miedos y sin ataduras la importancia del ser, la importancias de la definicion personal, y la importancia de la libertad del individuo, de la mujer, de caminar en sus propios pasos, en la medida que como tal, digiere todo lo que “los troncos viejos” le tienen ya preparado a una, como patron a seguir, pero hace tiempo renuncie a seguirlos.
Nuestros “troncos viejos”, porque ellos siempre seran nuestros aunque lo quieran tapar, pero mientras tanto el machismo de “los troncos viejos” sea la causa de la inferioridad de la mujer, sea el que la mate aun siendo su “amada”, sea el que la pisotee, y nos sigan viendo como insignificantes inferiores, a su vez, ellos no podran ser vistos, ni llamados superiores, porque es su propio machismo que los reduce, los rebaja, y lamentablemente los convierte en un nada, que los daña y los hace sufrir a ellos mismos, convietiendolos en seres llenos de celos porque no tienen lo que las mujeres, “la liberacion intima”.
El mundo ve a la mujer como inferior, pero hay Uno que ya nos vino a redimir a todas, y un buen dia, El volvera y le tendran que dar cuentas, todos ustedes, los tiradores de misiles de "todas partes".
Lo mas importante: podremos ser inferiores ante la mirada hipocrita e indiferente de la sociedad, pero jamas sere inferior ante mis propios ojos, frente a mi espejo.
Se nos critica, se nos regaña, se nos pretende diseñar en una sumisión incorrecta, por que la sumisión ideal, es la que una mujer hace por voluntad propia.
Me acuerdo de mis tiempos de universidad, en el extrangero, y mi lucha constante con la gramatica de otro idioma que iba usando mientras iba aprendiendo, y por el cual, he distorcionado este, mi lenguage natal, soy la masacradora de los acentos. Y en esos tiempos, fui criticada (sigo siendolo pero ahora me importa mucho menos) por problemas que si no conjugaste un verbo, que esto esta escrito en singular, y es en plural, y que esto y que lo otro.
Un buen dia, en una presentacion literaria, luego que termine de dramatizar mi novela, me revele y le dije que no queria ser recordada como la estudiante de la peor gramatica, que mas bien queria ser recordada por la escencia de mis palabras, el sentido, la conciencia, significado, mensaje y mi voz en el contenido de mis expresiones escritas.
Lo hice en la clase de mi profesora de “literatura americana”, una mujer super preparada, sabia en su materia, excelente en este curso, y nunca olvidare que se sonrio y me dijo que yo tenia razon, al sentarme, mis compañeros me aplaudieron. (Me gradue con honores) Me senti satisfecha, una vez mas la vida me daba la oportunidad de expresarme tal cual soy, sin miedos, ni complejos, y yo le enseñaba a la vida, quien soy, y que no me puede cambiar a su modo, si yo no estoy de acuerdo. Y lo que era mi lucha de "no dejarme", la converti en la lucha de otros de pretender cambiarme.
De igual modo, y primero que muchas y muchos de nosotros, Julia de Burgos, la gran poetiza de nuestra isla, y del mundo, dramaturga y educadora, embajadora de la feminidad y sensualidad de la mujer, muy adelantada para sus tiempos. Y quien en su legado dejo plasmado la importancia de la liberacion, no solo femenina, pero del ser humano, la importancia ademas de ser uno mismo, paso a paso en su “ruta” por la vida, a ella, tambien se le ha recordado por cosas, que aunque insistan y aparescan en sus biografias, como que era una “alcoholica feminista”, no podran jamas callar su voz, porque es imposible.
Julia al igual que tu, “yo misma fui la mas callada”, pero no temo gritar hasta ser escuchada aunque me quede con mi “cancion desnuda”. Mi “rio grande de Loiza” lo arrastra todo, lo limpia todo, y su caudal no se seca, porque jamas “es un algo de sombra”.
“Dame mi numero” para esperar a ver por “donde comienzas tu”, porque en guerra avisada “no hay abandono” que valga. “El rival de mi rio” ha insistido dejarme igual que “a Julia de Burgos” hecha “casi alba” pero resulta que “se me torció el deseo de seguir a los hombres, y el homenaje se quedó esperándome.”
No le pondre acento a corazon, pero pongo mi corazon en todo lo que hago.
Bori
Yo misma fui mi ruta
Julia de Burgos
Yo quise ser como los hombres quisieron que yo fuese:
un intento de vida;
un juego al escondite con mi ser.
Pero yo estaba hecha de presentes,
y mis pies planos sobre la tierra promisoria
no resistían caminar hacia atrás,
y seguían adelante, adelante,
burlando las cenizas para alcanzar el beso
de los senderos nuevos.
A cada paso adelantado en mi ruta hacia el frente
rasgaba mis espaldas el aleteo desesperado
de los troncos viejos.
Pero la rama estaba desprendida para siempre,
y a cada nuevo azote la mirada mía
se separaba más y más y más de los lejanos
horizontes aprendidos:
y mi rostro iba tomando la expresión que le venía de adentro,
la expresión definida que asomaba un sentimiento
de liberación íntima;
un sentimiento que surgía
del equilibrio sostenido entre mi vida
y la verdad del beso de los senderos nuevos.
Ya definido mi rumbo en el presente,
me sentí brote de todos los suelos de la tierra,
de los suelos sin historia,
de los suelos sin porvenir,
del suelo siempre suelo sin orillas
de todos los hombres y de todas las épocas.
Y fui toda en mí como fue en mí la vida…
Yo quise ser como los hombres quisieron que yo fuese:
un intento de vida;
un juego al escondite con mi ser.
Pero yo estaba hecha de presentes;
cuando ya los heraldos me anunciaban
en el regio desfile de los troncos viejos,
se me torció el deseo de seguir a los hombres,
y el homenaje se quedó esperándome.
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