¿Estás listo para una escuela de estas?
Más que la
genuina preocupación de la parte administrativa y fondos que reciben este tipo
de escuelas, que a su vez son administradas privadamente, pero reciben fondos públicos,
por eso se quedan en la categoría de publicas, y como manejarían esos fondos públicos,
debiéramos de estar enfocados en cuan beneficioso es para el estudiante y su
familia.
Basado en
mi experiencia en la ciudad de Boston las escuelas “chárter” tienen sus pros y
sus contras. A continuación un listado limitado para usar como ejemplo.
Pros
_Crean un currículo
más competitivo donde los maestros participan del mismo.
_Ofrecen más
materias y más trabajos para realizar en casa.
_Tienen
Objetivos, Metas y Filosofías claras.
_Requieren
la participación de las familias.
_La
expectativa de cada estudiante es clara, definida y ellos y sus familias lo
saben.
_ Cuentan
con un sistema de Méritos donde se premia o se reconoce al estudiante por todo
lo positivo que haga y logre.
_Se exige
mucho esfuerzo por parte de los estudiantes.
_La
disciplina, la vestimenta y la conducta son parte indispensable del desarrollo
de los estudiantes.
_Cuentan
con diversidades de actividades de desarrollo para los estudiantes tales como;
deportes, artes, enlace con la comunidad y más.
_Seguridad
en acceso a sus edificios.
Contras
Currículo: El currículo puede ser demasiado
para el tipo de aprendizaje individual de cada estudiante. Esto puede crear
ansiedades afectando su rendimiento, comportamiento y frustrar al estudiante
que pudiera hacer mejor con otro estilo de educación apropiada para él/ella.
Todo esto afecta la armonía del hogar también.
Materias: Al tener más materias académicas también
tendrán más tareas que realizar en casa. Estas tareas pudieran abarcar una gran
parte de tiempo y se requiere que tanto el estudiante y sus familias cuenten
con gran disciplina. La gran cantidad de tareas para el hogar afecta su
rendimiento y estado de ánimo, y mucho más si se pretende tener involucrado a
los estudiantes en actividades extracurriculares, lo cual nos lleva a que los
padres deben de estar directamente pendientes a que sus hijos terminen cada una
de ellas y pudiera llegar la noche en esta faena.
El no
completar las tareas en casa afecta grandemente la puntuación académica
pudiendo perder la oportunidad de continuar en la escuela. Supongamos que los
padres trabajen, cada día al llegar al hogar hay muchas otras más
responsabilidades que atender, esta, de supervisar al estudiante es una muy
significativa que se debe de considerar seriamente de acuerdo a la composición
familiar y demás intereses.
Es por loterías: Para conseguir entrar a estas
escuelas, hay listas de espera, requerimientos, talleres y reuniones que
atender antes y después si son elegidos. No todos entran, y los espacios son
limitados.
Uniformes: En Puerto Rico se usa uniforme en
casi todas las escuelas, pero en una chárter pueden ser más caros si exigen que
lleven logos especiales, esto sin mencionar materiales y otros detalles. No
cumplir con los códigos de vestimenta puede costarle puntos en contra a el
estudiante, muchas veces siendo enviados a casa o a un salón en particular por
no haber llegado adecuadamente vestido. Esto frustra al estudiante y le hace
perder su tiempo que, una vez en la escuela, debiera de ser para estar
aprendiendo.
Cuando un
estudiante entra por la puerta de la escuela, hasta revisan si la correa
combina con el color del zapato, y si tiene todas las piezas que constituye el
uniforme de esa escuela.
Objetivos,
Metas, Filosofías: Esto
puede seguir siendo positivo, sin embargo, es también por lo que se rigen estas
escuelas, de no cumplir pierden puntos que ponen a riegos su estadía en la
escuela.
Participación
familiar: Esto es
algo que debiera ser parte de la vida de una familia que envía a sus hijos a
instituciones académicas, sin embargo hay escuelas especializadas que requieren
de la presencia de la familia un poco más de lo usual ya que hacen actividades
de todo tipo y sería bueno que un representante familiar estuviera ahí apoyando
a su estudiante.
Esto suena
ideal, pero se puede tornar en una pesadilla si se le es imposible a la familia
asistir a cada evento. Algunas de estas escuelas tienen sistema de puntuación para
los padres que requiere que estos hagan cierto número de puntos al año, aquí el
extra esfuerzo.
Expectativa
estudiantil: Saber
que se espera de ti, cuando aún estas en años de desarrollo es algo muy
saludable para el individuo sin embargo no alcanzar esas expectativas pueden
ser utilizadas en tu contra. Muchas de estas escuelas son tan exigentes que
utilizan un sistema donde al estudiante se le suma o se le resta puntos por
cada paso que da, esto resulta ser agobiante tanto para el individuo como para
su familia. La familia debe de ser honesta a la hora de evaluar si las
expectativas de la escuela están acorde con las capacidades de sus hijos.
Deméritos: Es un sistema que algunas escuelas
utilizan para dejar saber cuando el estudiante se ha salido de las expectativas
que se tienen para ella/el. En muchas instancias de las consecuencias son; ser removidos del
grupo, enviados a un salón especial, a la oficina del director, quedarse después
del horario escolar, llamada a los padres quienes tienen que entrar a la
oficina para escuchar las razones del porque su estudiante recibió un demerito,
firmar papeles como que estuvo informado, hacer un plan para que no vuelva a
ocurrir la falta y otros detalles.
Hay que
pensar si se tiene tiempo de buscar estacionamiento para entrar a la escuela a lidiar
con estos asuntos, que se suman a las ya muchas responsabilidades de la
familia. También esto afecta al estudiante, la manera en que lo miran sus compañeros,
sus maestros y trastoca la armonía del hogar.
Exigencia
de esfuerzo: Es una
exigencia para el estudiante como para su familia, se requiere de un status
para poder continuar en esas escuelas. Todo es calificado, materias, uniformes,
participación, disciplina, comportamiento, asistencia, tardanzas, etc.
Esto en
nada es una crítica en contra de este tipo de escuela, tampoco es mi apoyo, mi
mayor propósito es que se tenga claro los beneficios a los estudiantes y sus
familias, que les hablen claro y que sean ellos los que decidan lo que es bueno
o no.
Es muy
importante que mantengamos los pies sobre la tierra porque mientras algunos de
los pros que ya he mencionado podrían verse como algo ideal y positivo para el
desarrollo académico de nuestros hijos la realidad es que pudiera ser más
pesadilla que ensueño.
En el caso
de Puerto Rico, donde el Departamento de Educación ha ido en deprimente
deterioro en la última década o antes, y que ha sufrido los robos de fondos por
parte de irresponsables e inescrupulosos líderes, que no cuentan con libros,
materiales, tecnología avanzada, computadoras, WIFI, estructuras adecuadas, currículo
competitivo, participación de los maestros y encima el huracán María acrecentó mucho
más los recursos, entre tantas otras cosas; es mucho lo que debemos de
considerar a la hora de invertir el dinero del Pueblo en este nuevo sistema de
escuelas. Un sistema que se quiere copiar, de los Estados Unidos, como se copian
muchas cosas que no necesariamente nos ha convenido, y que inclusive existe
data que indica que este tipo de escuelas no es significativamente mejor que
las escuelas públicas, es algo a considerar.
Queremos lo
mejor para nuestros hijos, que sean útiles para sí y para la sociedad, que
lleguen muy lejos, que estén bien preparados en todas las áreas posibles, que nos
representen fuera y adentro de la isla, que ganen buen dinero, que aprendan
otros idiomas, que tengan títulos, que tengas cosas materiales, que sean
dignos, responsables, justos, elocuentes, que sean importantes, reconocidos,
que sean todo lo que tú no pudiste ser, todo eso es fantástico, pero… ¿No te gustaría
que fueran felices?
Padres, no
dejen en las manos de otros la educación de sus hijos; descubran cuál es ese
estilo de aprendizaje que tiene cada uno de ellos, que estilo de educación le
va mejor, como pueden mejor desarrollarse en sus propias destrezas y a su
propio paso. Exíjanle ustedes de acuerdo a su rendimiento, en casa y para que
vallan preparados para la parte académica a la escuela. A nosotros no tiene que
venir nadie de afuera a enseñarnos valores, porque ya los tenemos, es hora de
hacerlos lucir.
Ir a la
escuela debiera de ser la experiencia más bonita, divertida y sensacional de la
vida de los niños y jóvenes. Aprender y desarrollarse no debiera de verse como
un castigo, debiera de verse como ese propósito natural el cual todos tenemos
desde nuestro nacimiento para llegar a la plenitud máxima y sentirnos tan cómodos
en nuestra piel, que queramos ser inspiración para otros en la medida en que
logramos ser felices.
Dios
bendiga a los niños, jóvenes y a todo el que es estudiante y le dé la sabiduría
a quienes son sus encargados para lograr darle de una vez por todas lo mejor,
que es lo que se merecen.
Sigue Girando Planeta